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ISSN: 2708 - 6305 / ISSN-L: 2708 – 6305

Volumen 3 / Nro. 8 / Mayo - agosto 2021

Pág. 174 - 178

 

Santamaría, Gómez, Ruíz y otros. (2014). Arriba el telón: enseñar Teatro y enseñar desde el Teatro. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; Subdirección General de Cooperación Internacional. 128 páginas. ISBN: 978-989-98690- 1- 1

 

Lizdaribeth Torrealba

monada.universal@gmail.com

Código ORCID: 0000-0002-2078-7694

Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela

 

 “Arriba el Telón”, con acción alusiva e ideal apertura al estilo y costumbre del arte teatral, permítase dar inicio a este breve escrito que desde luego ha de reseñar con fin comunicativo a la comunidad académica sobre una única edición del libro titulado: “Arriba el telón: enseñar Teatro y enseñar desde el Teatro” (2012), que ha de erigirse gracias a diez propuestas didácticas para trabajar el teatro dentro de las aulas de lenguas extranjeras.

En concordancia con la naturaleza de la presente reseña, ha de ser menester el nombramiento de las diez propuestas junto con los autores que las han desarrollado; en justo orden, hállese: Interacción y motivación en el aula: enseñar desde el teatro del autor G. Boquete; ¡No pienses, actúa! de la profesora M. Comba; El Teatro como recurso didáctico de la directora Ma. Montserrat; Doña Gramática, un personaje con mucho carácter de la autora V. Hidalgo; El juego teatral como herramienta creativa en la expresión escrita de la autora A. Santamaría; Ventajas e inconvenientes del uso de las técnicas dramáticas en las clases de ELE de la lectora F. Gómez; Del cuento dominicano a la dramatización en valores de la profesora M. Fernández; La oralidad fingida: una herramienta para introducir la pragmática en la clase de E/LE de la profesora M. Moreda; Humor y castigo en la Celestina y El Burlador de Sevilla del autor F. Ruiz; y finalmente, La simulación en la clase de Español en los negocios de la autora M. Martín.

Los autores de dichas propuestas entienden y apelan a la integración de actividades teatrales con metodologías asertivas a los programas curriculares de la enseñanza de ELE que se hallen sustentados bajo estrategias didácticas y que incentiven el interés por el aprendizaje de una nueva lengua. La autora F. Gómez en su propuesta titulada: Ventajas e inconvenientes del uso de las técnicas dramáticas en las clases de ELE expone que el docente de ELE no siempre ha de estar absuelto de la predisposición y actitud pasiva e indiferente de ciertos estudiantes al momento de enseñar una lengua; sin embargo, el uso de la dramatización como técnica ha de ser la vía más idónea para el aprendizaje y disfrute concerniente a la ejecución de un rol dramático.

Análoga a la argumentación de F. Gómez, es la visión de G. Boquete desde su propuesta titulada Interacción y motivación en el aula: enseñar desde el teatro. Puede resultar tediosos el aprendizaje de una lengua sino se tiene interés por los idiomas; no obstante, ese desinterés queda sublimado si la enseñanza de la lengua se prescribe metodológicamente y estratégicamente al juego dramático como un proyecto de desarrollo de destrezas; en suma concordancia, expone el autor Boquete (2012): “El juego dramático cumple claramente con las expectativas de creatividad y disfrute en el aula, además de desarrollar la autoconfianza y el afecto entre estudiantes y profesor” (pág. 18). En este sentido se concientiza que el aprendizaje de una lengua siempre ha de ser más agradable y significativo si las competencias literarias se proyectan a los discentes desde la naturaleza del juego dramático. Dramatizar permite dar valor dramático -valga la redundancia- y potencia el proceso de creación de sentimientos y gestos inherentes al rol dramático designado para un contexto y situación determinada.

Permítase vislumbrar que seis de diez autores recomendaron en sus propuestas obras literarias específicas para potenciar -desde su ejecución y simulaciones- las competencias comunicacionales de la lengua meta. La profesora M. Fernández quien se ha dedicado a la enseñanza del español en el contexto universitario portugués, recalca el enriquecimiento de la literatura en la enseñanza y aprendizaje de una nueva lengua, dado que esta permite el acercamiento a la última y también hacia la cultura de un país. La distinguida profesora Fernández alude a su propuesta Los cuentos dominicanos -con estilo de narrativa corta- y La sombra de las Tilapias, mientras la autora V. Hidalgo propone la obra Doña Gramática -quien hace un magistral aporte al gremio de ELE; considérese: “La obra debe estar escrita en la lengua meta de los estudiantes, no valen traducciones” (p. 43)- , el autor A. Santamaría la obra Teatro del oprimido, la autora M. Moreda la obra Pic Nic; y finalmente, el autor F. Ruiz la obra La Celestina y el Burlador de Sevilla -obras excelsas que desde la enseñanza de su contenido moral y humorístico constituyen dos manifestaciones de la fórmula horaciana del Ridentem dicere verum-. Dos consideraciones con relación a la elección de estas obras literarias han de ser pertinentes, la primera: Pretenden enseñar deleitando a través de la parodia, humor y comedia; la segunda: Pretenden potenciar el aprendizaje desde aspectos lingüísticos y aspectos socioculturales.

De la propuesta de Ma Montserrat titulada El Teatro como recurso didáctico se ha de citar un presupuesto que ejemplifica, sintetiza y da justificación a la misión de los profesores dedicados a la enseñanza de ELE, al respecto: El teatro ofrece la posibilidad de enseñar una lengua dentro de un contexto vivo” (p. 36). El teatro ha de ser espejo de la cotidianidad -entendiendo que las obras anteriormente mencionadas son de naturaleza realista-, en este caso, el teatro junto con sus técnicas dramáticas han de representar para los programas curriculares correspondientes a la enseñanza de ELE una propuesta artística que propicia el desarrollo de la conciencia crítica, la identidad cultural y lingüística de una comunidad; de hecho, -como parte importante de la ya mencionada lingüística- a través del teatro, específicamente a través de las obras teatrales, pueden plenamente los profesores -como exhorta la profesora M. Moreda- introducir en sus clases de ELE la pragmática, no solo desde los principios teóricos de la lingüística, sino inclusive desde los aspectos que potencian competencias sociolingüísticas.

Comunicarse ha de ser inherente a la naturaleza humana y a su pensamiento; es optimista pensar que los discentes cuya meta es aprender una lengua nueva lleguen con exactitud a hablarla y comprenderla como un nativo -seguro hay muchas excepciones- dado que siempre habrá factores extralingüísticos como las interferencias pragmáticas que acomplejan la asimilación del idioma; empero, como rescata M. Moreda “los productos de oralidad fingida pueden ser una herramienta útil para conseguir la introducción de los contenidos pragmáticos…” (p. 92), esto ha de significar que el alcance pleno de una lengua dependen de los distintos fenómenos que intervienen en la comunicación.

Aunado al argumento de Moreda, influyente y complementaria ha de ser la propuesta de M. Comba quien ha otorgado a su escrito un título alusivo e imperativo: ¡No pienses, actúa! La profesora destaca que el buen aprendizaje de una nueva lengua debe depender de cuatro factores: El nivel lingüístico del alumnado al que se dirige la actividad, Las características culturales de nuestros alumnos, Los objetivos didácticos perseguidos, y Los contenidos lingüísticos, literarios o culturales en los que se apoyan. Estos factores pueden patentizarse como universales dentro de las aulas de ELE, y en los cursos dirigidos del Español con fines específicos (EFE) cuyo objetivo radica en la enseñanza comunicativa mediante tareas y el uso de las simulaciones como tarea final. Direccionado a esta última enseñanza, dice presente la propuesta titulada La simulación en la clase de Español en los negocios de la autora M. Martín quien expresa que los profesores cualificados de ELE no deben detenerse en considerar y evaluar los diversos pormenores inherentes a las necesidades de los que optan por el aprendizaje propiciado por los cursos de EFE.

De distinguidas universidades de España y Portugal han de provenir dichas propuestas que conforman una compilación pedagógica, artística y didáctica para la difusión y práctica de nuevas estrategias aplicadas a la enseñanza significativa de ELE y EFE. En aras de concluir esta reseña sobre la obra Arriba el telón: enseñar Teatro y enseñar desde el Teatro (2012); finalmente, permítase decir que la virtud del Teatro para con la enseñanza de una nueva lengua radica en el poder que ejerce su potencia artística y pedagógica para sublimar prejuicios que limitan la adquisición y comprensión de las competencias lingüísticas y comunicacionales. Asimismo, dicho poder también logra ser significativo para empoderar a los profesores a ser creativos con sus programas y para crear conciencia en las instituciones académicas -destinadas a la enseñanza de lenguas extranjeras- a considerar el español -también- como una lengua predominante. Conforme a lo expresado y habiéndose ovacionado las diez propuestas didácticas, “se cierra el Telón”.